viernes, 30 de mayo de 2014

Capítulo 51: Confianza

Capítulo 51: Confianza
Manuel: nunca te puedes fiar de nadie.
Eric: ¿estás insinuando que hay un topo entre nosotros?
Manuel: eso es justo lo que creo.
Raquel: no puede ser, ninguno de nosotros sería capaz de traicionarnos por irse con la organización de Berta.
Manuel: yo sólo os digo que tengáis cuidado con la información que os he dado.
(Al día siguiente los siete se pusieron en marcha. Raquel y Eric continuaban con mucha duda sobre lo que Manuel les había contado la noche anterior. ¿Podría haber un traidor entre ellos? Era una posibilidad que no podía descartar a la primera de cambio. Mientras, Berta continuaba mandando hombres a buscar a la tercera elegida para que su plan funcionase del todo).
Sergio: Judith últimamente me esquivas.
Judith: es que he estado muerta.
Sergio: sabes que no me refiero a eso, digo a lo del otro día, cuando casi me besas.
Judith: te lo estás inventando.
Sergio: sabes que no.
Judith: entre tú y yo no puede haber nada.
Sergio: ¿por qué?
Judith: no siento nada hacia ti.
Sergio: sé que estás mintiendo.
Judith: no lo estoy haciendo. En serio olvídate de mí.
(Judith se marchó del pasillo. Sergio se quedó muy extrañado ya que no entendía por qué Judith se comportaba así. Mientras, los siete amigos continuaban andando cuando comenzaron a sentir que temblaba la tierra. Pudieron ver delante de ellos una legión de veinte hombres acercarse hacia ellos).
Nines: ¡hay que ocultarse! ¡Dispersáos!
(Raquel fue corriendo hacia Rebeca y se escondieron. Los demás comenzaron a correr para esconderse. Uno de los hombres consiguió coger a Nines, otro de ellos cogió a Goya, y el otro cogió a Javi y Manuel. Después de que los hombres se hubiesen ido, Raquel, Rebeca y Eric salieron de su escondite).
Rebeca: ¡se los han llevado a todos!
Eric: ¿qué podemos hacer?
Raquel: hay que seguir el rastro, seguro que nos lleva a la fortaleza de Berta.
(Los tres comenzaron a seguir el rastro. Horas después, las legiones llegaron a la fortaleza y encerraron a los prisioneros en las mazmorras. Momentos después apareció Judith).
Nines: no puede ser, tú estabas muerta.
Judith: pues ahora estoy viva. ¡Maldición! ¿Dónde está Eric? Quiero matarle como él hizo conmigo.
Goya: pues no vas a tener suerte zorra.
Judith: guardias, coged a la gorda ésta. Será la primera en morir.

Javi: ¡Noooooooo!

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